
En marzo de 1984, Machel sorprendió al mundo al firmar un tratado de seguridad con el gobierno sudafricano, conocido como los Acuerdos de Nkomati. A raíz de ello, cesó el apoyo sudafricano a la RENAMO y se abrieron las puertas para un gran apoyo económico sudafricano de Mozambique.
El 19 de octubre de 1986, el Presidente Machel regresaba a Maputo procedente de una reunión que había tenido en Lusaka, Zambia. Su pequeño jet, un Tupolev 134A, sobrevoló el este de Zimbabwe y siguió aproximadamente la línea frontera entre Sudáfrica y Mozambique, con dirección a Maputo. Poco después de las 21:00 horas, el avión se estrelló en las laderas de las montañas Lebombo en Mbuzini, Transvaal (ahora Mpumalanga), en territorio sudafricano y a tan sólo unos pocos kilómetros de la frontera con Mozambique. Treinta y cuatro de las 44 personas que se encontraban a bordo fallecieron en el accidente,

Sudáfrica creó la Comisión Margo para la investigación que se retrasó mucho porque el general Neetling, que había recogido la caja negra del avión en el lugar del accidente, se negaba a entregarla. Finalmente, la comisión determinó que el avión estaba en perfectas condiciones de vuelo y no había sido saboteado ni atacado desde el exterior. Por tanto –

Doce años después del accidente, cuando ya no existía el régimen del apartheid, el gobierno democrático sudafricano abrió una nueva investigación a través de la TRC (Trith and Reconcilitation Commission ) que tampoco encontró evidencias para llegar a uno u otra conclusión. Sin embargo sí halló algunas cosas de interés: un antiguo militar de inteligencia reveló que Pik Botha y otros oficiales de seguridad habían mantenido una reunión secreta el día anterior al accidente. Por otro lado y pese a que el avión entró en una zona militar de alta seguridad bajo vigilancia continua del radar, nadie dio aviso de su cambio de rumbo ni de su entrada en territorio sudafricano. Por último, se descubrieron actas del Consejo de Seguridad de Sudáfrica discutiendo la manera de apoyar a la Renamo contra la Frelimo. La TRC concluía aconsejando una investigación más detallada.
La semana pasada, el ministro sudafricano de Seguridad, Charles Nqakula, anunció el jueves a la prensa congregada en el Parlamento de Pretoria que hay buenas razones para revisar de nuevo el accidente aéreo que acabó con la vida de Machel. Nqakula no dijo si se habían presentado nuevas evidencias o si sabía algo desconocido por la opinión pública, sólo que "había razones" para abrir de nuevo el caso, dando la impresión de que el informe que achacó el accidente a un error humano, no era correcto. El ministro sudafricano de Seguridad reconoce que la historia oficial tras la muerte del Presidente Machel necesita ser revisada. "Desplegaremos algunos de los mejores recursos de los que disponemos, humanos y materiales, para poder llegar al fondo de esta cuestión", anunció a la prensa. "Lo debemos al pueblo de Mozambique para asegurar que el caso es investigado en profundidad", concluyó.
El caso sigue abierto.
1 comentario:
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