martes, 5 de febrero de 2008

Pandemónium

La tarde de ayer fue una versión añadida y aumentada de lo que sucedió por la mañana. Grupos de jóvenes, en su mayor parte, tomaron literalmente el centro de la ciudad y las principales avenidas y cortaron los accesos colocando barricadas en las carreteras nacionales. A última hora de la tarde, los ánimos parecieron calmarse después de la intervención del gobierno llamando al orden y prometiendo una reunión con los chapeiros. Ya de noche, las calles que pude atravesar hasta llegar a casa eran el paisaje después de la batalla: ruedas ardiendo, barricadas deshechas, cristales rotos por todos lados, comercios y casas cerrradas a cal y canto y un vacío sepulcral. Después de haber pasado todo el miedo del mundo, mi guarda me dijo que habían herido de bala a un sobrino suyo que estaba en el hospital. Hoy, el gobierno ha anunciado que suspende la subida de tarifas hasta que encuentre otra solución. Pero el problema continúa; ahora son las chapas las que no salen a la calle a menos que se suban los precios. La ciudad sigue a la espera.

1 comentario:

david santos dijo...

Hola, El Capitán!
Es trizte, pero el pueblo de Moçambique no puede ser siempre el mismo sofredor. Tiene que haer más justicia. Los ricos cuando quierem aumentan los produtos, el pueblo trabajador nunca tien más dinero un su jornada de trabajo. Yo lamiento mucho, pero de otra manera el pueblo no consigui nadie.
Gracias por compartir tu trabajo con nosotros.
Has siempre